«Ya no hay nieve en los tejados. No hay nieve en ninguna parte. Ya no hay nieve en los tejados. No hay nieve en ninguna parte. El ruido de la corriente llama la atención de Miss Cat: los muñecos de nieve se han derretido, y se escurren narices, escobas y sombreros.»
Una gata detective no tiene un momento de paz ni en vacaciones. Por suerte, Griselda ha invitado a Miss Cat a pasar unos días, junto con Ole, en una cabaña en la maravillosa estación de esquí de Snøbøll. Miss Cat ronronea feliz cuando se imagina deslizándose por la nieve blanca con sus amigos, pero no le será tan fácil escapar de la pulsión detectivesca.
Menos aun cuando a pie de pista se tope con un caso de «nieve derretida» que la dejará helada. Podría deberse al cambio climático, pero Miss Cat nunca se deja llevar por una primera impresión. Y pronto descubrirá qué dispara el termómetro: el asunto que tiene que ver con un mal de amores, ¡y con una rica pizza!